Engaña a tu cerebro para lograr nuevos hábitos - Ana Belmonte - Coach

Run es una foto de Hernán Piñera con licencia Creative Commons.

Este post es una traducción, a ratos libre, de este post de AJ Agrawal en Inc.

Darse una ducha es fácil. No requiere entrenamiento ni demasiada concentración porque es un hábito que cualquiera tiene desde niño. Si lo comparamos con el proceso de aprender a usar un programa de ordenador, la mayoría coincidiremos en que para los principiantes, el comienzo al menos, suele ser difícil. Hay que aprender mucho, corregir errores y para ello es necesario mucha concentración.

Crear nuevos hábitos en nuestras vidas, al igual que deshacerse de los adquiridos, no resulta tarea fácil. Todos luchamos por adquirir nuevos hábitos a lo largo de la vida, como hacer ejercicio, ¿verdad?. Según AJ Agrawal, con estos trucos puedes engañar a tu mente y adquirir nuevos hábitos que hasta ahora se te han estado resistiendo.

Haz lo que “temes” durante cinco minutos

Que hagamos algo depende del esfuerzo necesario para ello. Si te exiges menos, lo harás. Así de sencillo. Por ejemplo, limpiar la casa. Si te propones limpiar la casa durante sólo cinco minutos resultará más sencillo ponerse a la labor que si piensas en dedicar 12 horas del domingo a hacerlo. Es muy probable que cuando vayas a parar a los cinco minutos incluso sigas adelante con la limpieza. No es masoquismo, es algo propio de la naturaleza humana. No nos gusta dejar las cosas a medias. Es más fácil seguir haciendo algo que dejar de hacerlo. Así que comprometete a hacer sólo cinco minutos de trabajo y deja que la mente haga el resto. Recuerda que lo único difícil es empezar.

Concéntrate en la parte fácil y la parte difícil la seguirá

Mi amiga Lucía quiere correr para ponerse en forma antes del verano. Como le cuesta mucho pensar en correr media hora, lo que hace es concentrarse en ponerse la ropa deportiva y llegar hasta el parque sin pensar en el hecho de correr. Una vez que pisa la tierra del parque, dice que ya que está, pues corre. ¿Qué tontería?¿no? ¡Pues funciona! Y es que al centrarse en la parte fácil, la parte complicada sigue por inercia.

Disfruta de tu recompensa

Independientemente de tu objetivo, tienes que conseguir una recompensa al final. No vas a ser como el pobre burro con la zanahoria, toda la vida andando sin conseguirla. Seguro que lo sabes, pero te recuerdo: un premio puede ser ver tu programa de TV favorito o un postre especial.

Aquí el artículo original de AJ Agrawal en Inc.

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