¿Cuántas veces has mirado ya hoy Facebook, Twitter y tu correo electrónico? Yo, unas cuantas; no había salido todavía de la cama y ya estaba con el móvil mirando mi correo.

En mi vida no ha pasado nada emocionante desde anoche, pero la de los demás es la bomba: fotos de viajes, del último restaurante exótico en el que han estado y de los conciertos a los que han ido. Bueno, y qué decir de los cuerpazos que tienen todos y todas.

Las redes sociales absorben nuestra atención y tienen de positivo que nos provocan ganas de hacer por lo que vemos que hacen los demás. Pero, ¿no te pasa que después de todo el día observando acabas sintiéndote mal porque mientras tus contactos tienen una vida trepidante tú eres un simple espectador? No te extrañes, nos pasa a todos. Incluso existen estudios que explican cómo el uso de las redes sociales puede afectar a nuestra autoestima negativamente causando ansiedad y estrés e incluso puede llegar a provocar que nos distanciemos en las relaciones personales.

Por todo esto, te propongo un reto: un día de desconexión de internet.

¿Para qué? Para sentirnos bien, para disfrutar de un tiempo que es nuestro pero que internet nos roba.

Plan para desconectarse de internet

En este tiempo que vamos a ganarle a internet, en lugar de conectarnos haremos otras actividades. Esto es lo que voy a hacer yo en lugar de conectarme:

- Terminaré de leerme el libro que tengo empezado
- Daré un paseo.
- Llamaré a esa amiga que hace tiempo que no veo y quedaré con ella.
- Me daré un baño relajante

Una condición:

El tiempo de desenganche va a ser para nosotros mismos y lo que hagamos serán cosas que nos resulten gratificantes. Prohibido dedicarnos a las obligaciones de la casa – de eso hablaremos otro día – :D.

¿A qué esperas para desconectarte? Y recuerda volver por aquí en unos días y contar en los comentarios qué has hecho en lugar de internetear.